Agosto 31 -2020

Valor: La Gratitud

El Poder de La Gratitud. ¡No es que solamente las personas felices son agradecidas, si no que ser agradecido aporta Felicidad a tu persona!

Frecuentemente descubrimos que el comprar o recibir cosas puede brindarnos satisfacción o un poco de felicidad, pero esta felicidad es solamente pasajera. La acción de Expresar Gratitud es lo que verdaderamente le puede aportar satisfacción y Alegría Duradera a tu vida. Expresar gratitud frecuentemente nos puede cargar de una fuerza poderosa. Es típico dar gracias solamente cuando todo pinta bien en la vida. Como cuando recibimos un regalo o cuando completamos exitosamente un proyecto. Sin embargo, tal vez no expresemos gratitud y aprecio en otras ocasiones, como cuando creemos que no han sido contestadas nuestras oraciones o simplemente por las bendiciones comunes de cada día.

La gratitud más que un gesto de amabilidad es una práctica que fortalece nuestro crecimiento espiritual. Es una manera alegre de vivir y de expresar nuestra fe. Dar gracias demuestra la comprensión de que Dios te Ama y que todos los sucesos de tu vida tienen la intención de bendecirte y de desarrollarse para tu bien, para tu crecimiento.

Es importante recordar que La gratitud es una de las llaves espirituales supremas que abren la puerta al gozo y a la satisfacción perdurables. ¡Lo mejor de la gratitud es que nos brinda aún más y mejores cosas por las cuales estar agradecidos! Nunca te canses de Agradecer. Dar gracias a Dios cada día por lo que ya tenemos es una excelente manera de usar la gratitud.  Hay ocasiones en las que consideramos nuestras bendiciones ya recibidas como algo común y no disfrutamos de lo que ya tenemos. En cambio, vivimos preocupados por aquello que parece faltarnos y esto nos causa descontento y frustración.

Tal vez encuentres difícil expresar gratitud en ciertas ocasiones como cuando algunas cosas van mal o cuando tu oración parece que no es contestada. Pero ánimo.  “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle y denle gracias también. Date tiempo para orar, y al hacerlo, expresa gratitud anticipadamente y espera paciente y confiadamente a que la contestación llegue.

Al mantener una actitud de agradecimiento estimulas la glándula positiva de tu mente y haces que la glándula negativa se vaya reduciendo. Mantén la consciencia de Dios como una presencia activa y amorosa en tu vida. Persevera en oración.

 Reflexión Sobre la Gratitud: Había una vez un Zar que se encontraba muy enfermo, en su desesperación por librarse de ese mal que le aquejaba desde ya hace mucho tiempo pronunció las siguientes palabras: “¡Daré la mitad de mi reino a quien pueda curarme!”.

Todos los médicos y sabios se reunieron para intentar curar al zar, mas no encontraron remedio alguno. A punto de darse por vencidos, uno de ellos exclamó: ¡Hay una forma de curar al zar!, los demás médicos y sabios lo miraron con asombro y preguntaron: “¿cuál es la solución?”, el sabio respondió: “si logramos encontrar a un hombre que sea verdaderamente feliz, basta con quitarle su camisa y ponérsela al zar para que se cure.” Entonces el zar hizo buscar en su reino a un hombre verdaderamente feliz. Los enviados del soberano se esparcieron por todo el reino, pero no pudieron hallar al afortunado hombre. Uno era sumamente rico, pero estaba enfermo, otro gozaba de plena salud, pero era pobre, otro más era rico y sano, pero se quejaba de su mujer y de sus hijos, en fin, a todos les faltaba algo para ser verdaderamente felices.

Cierta noche el hijo del zar pasaba afuera de una choza muy sencilla y escuchó que adentro alguien exclamaba: “Gracias Dios mío porque tengo todo para ser feliz. He trabajado y he comido bien. Nada me falta.” El hijo del zar se sintió lleno de alegría y mandó a sus sirvientes a que le llevaran la camisa de aquel hombre, a quien en cambio había que darle cuánto dinero exigiera.

Se dirigieron a toda prisa a la choza para quitarle la camisa al hombre feliz, pero grande fue sorpresa pues este hombre era tan pobre que no tenía camisa.

Conclusión

Esta Reflexión sobre la gratitud nos invita a cultivar en nosotros un corazón que sepa agradecer. Agradecer por las personas que nos rodean y que seguramente nos llenan de sus favores, pero sobre todo a Dios, que jamás nos abandona y cuya misericordia es infinita.


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