Julio 21 -2020
  EL VALOR DE LA VIDA


Conocido como uno de los conceptos más difíciles de definir, la vida podría ser descrita como toda forma de existencia que suponga un ciclo de nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte. En el concepto de vida podemos entonces incluir a diferentes reinos como el vegetal, el animal, el de hongos, y el de bacterias. En el caso del ser humano (perteneciente al reino animal), la discusión sobre qué es la vida y cuál es su importancia se vuelve más compleja al ser este el único ser vivo que puede reflexionar sobre fenómenos abstractos e incomprensibles.
Podríamos decir que la importancia de la vida reside en el don que uno recibe al nacer y que se transforma en aquello que nos permite, en definitiva, existir. La vida es sumamente importante porque, de otra manera entonces, no podríamos existir. Así, entra en cuestión la idea de cómo cuidar y proteger esa vida es importante. En este sentido, la vida es importante porque nos permite crecer, desarrollar vínculos con otros seres vivos, aprender, conocer el mundo y un sinfín de actividades que ya van más allá de las meras funciones biológicas. Actos de agresión, violencia, o situaciones en las que se da la ausencia de salud, de abrigo y de una buena nutrición son todos elementos que no toman en cuenta la importancia de la vida y por tanto la ponen en peligro. Algunos de ellos pueden ser involuntarios e inconscientes, otros pueden ser planeados y bien conscientes. La complejidad de las sociedades actuales hace que muchas veces olvidemos esta noción de cuán importante es la vida y la pongamos en peligro de diversas maneras, restándole gravedad a actos que pueden directamente dañarla o interrumpirla.
Todos sabemos en nuestro precioso interior lo maravillosa que es la vida, sobre todo cuando somos felices y aspiramos a serlo cada día. Por eso, ten en cuenta estos consejos para valorar más tu vida. Son pautas simples que te permiten cambiar tu forma de llevar a cabo las cosas y percibir de manera más sana el mundo y, por tanto, tu vida:
1.      Una dieta equilibrada
Casi todas las enfermedades actuales vienen provocadas por una mala alimentación, originadas también por exceso de peso. La diabetes, los problemas óseos, los riesgos de ataques al corazón o los problemas circulatorios son los más habituales.
2.      Mantente en forma
Encontrarnos en buena condición física es súper importante, tanto para tu buena condición interior y exterior. Nos permite sentirnos en equilibrio con nosotros mismos y “querernos”, lo cual nos hace mucho más conscientes y capaces de valorar un campo más amplio de nuestro alrededor.
Para ello, realizar ejercicio regularmente nos ayuda a cuidar y mantener un peso corporal equilibrado y proteger nuestro sistema inmunológico. También te permite liberar ese exceso de energía acumulado durante el día que puede derivar en ansiedad, depresión o estrés.
     3. Lleva a cabo un estilo de vida saludable
El estilo de vida está ligado y deriva de nuestra forma de ser, de cómo nos queramos afrontar a los problemas y como encaremos nuestras relaciones personales. Todo eso nos condiciona a sentir de una forma u otra. Por eso es importante decidir cómo queremos vivir y que estilo de vida nos apetece: hacer las cosas deprisa y con estrés o, por el contrario, tomarnos tiempo y hacer las cosas a un ritmo de vida saludable que nos permita también disfrutar de nosotros mismos y de las personas de nuestro alrededor.
4.      Da lo mejor que tienes
Para nada venimos a esta vida siendo unos mártires o unos exitosos. Lo único que está escrito es que lo que puedes conseguir o no depende en gran parte del empeño que pongas y lo mucho que creas en ti. Si en todo lo que hagamos damos lo mejor de nosotros, comenzaremos a atraer lo positivo. La vida te regala lo que tú le das. Cuando disponemos de un corazón tan inmenso y nos atrevemos a regalarlo con cuidado y mimo, conseguiremos el don de la alegría, el optimismo y el amor puro. También atraerás muchísimas posibilidades. Si te centras en lo negativo, tú mismo te creas barreras que te ciegan y no te dejaran ver más allá de tu persona.
5.      No limites tus pensamientos
Todos somos únicos y alucinantemente capaces. Hay una frase que me encanta usar en mis sesiones y día a día: “si eres capaz de soñarlo, es porque tu cuerpo es capaz de llevarlo a cabo”. Muchas veces, nosotros mismos nos ponemos límites injustificados. Ser conscientes de nuestros pensamientos negativos es un ejercicio vital. Todos estamos capacitados para lo que queramos, solo tenemos que abrirnos y creer en nosotros. Y lo más importante, no dejar de intentarlo nunca. Ya solo por el hecho de intentarlo te llevarás grandes sorpresas.
6.       Cuida tu autoestima para valorar más tu vida
Es cierto que la educación que hemos recibido no nos facilita cuidarnos y querernos cada día. Cuando somos niños, somos mucho más seguros y no tenemos miedo a casi nada. Te invito a que hagas una lista sincera de lo que como niño te hubieras atrevido a realizar y como joven o adulto aún no lo haces. Es importante no condicionarnos por los demás ni tener miedo al ridículo. Al fin y al cabo, es tu vida, cada uno tiene sus valores y formas de verlo.
¿Qué más te da que otro no lo acepte? El que se va a sentir feliz de haberse atrevido eres tú. Atrévete entonces.
7.      No te aferres al pasado
Es normal que con el paso del tiempo arrastres una mochila emocional llena de malos momentos que te permitieron un aprendizaje inmenso de cantidad de situaciones que hoy ya sabes enfrentar. Pero es bueno que no estés agarrándote a esos momentos. Soltar, dejar marchar, es muy importante para crecer interiormente. No vivas con los errores del pasado. Quiérete, acéptalo y obsérvalos como experiencias que te permitan mejorar el futuro.
8.      No dependas de los demás
El primer principio para valorar más tu vida y ser increíblemente feliz es sentirte bien “contigo mismo” en soledad. El ser humano es fantástico en cualquier faceta, y en la sociable más aún. Pero, es importante ser conscientes de que, dentro del aprendizaje de la vida, ser feliz contigo mismo te permitirá saber serlo después con los demás. Es maravilloso compartir tu vida con otras personas, pero si un día la relación acaba debes ser capaz de seguir hacia adelante. La única persona con la que sabes que siempre podrás contar eres tú mismo.
        9. Equilibra tu mente y cuerpo
Es necesario sentirnos bien con nosotros mismos y ser consecuentes de nuestros actos. Si conseguimos un equilibrio entre nuestra mente y cuerpo tendremos una vida más saludable y podrás compartir con los demás lo mejor de tu persona y corazón. Hay veces que no somos conscientes que con pequeños pasos podemos conseguir grandes caminos y lugares donde desear estar. Aprende a valorar más tu vida y sé todo lo feliz que te mereces ser.

Comentarios

Entradas populares de este blog